Remolinos Vineyard, Agrelo, Mendoza

Finca Decero y su singular viñedo, ‘Remolinos’, están ubicados a 1,050 metros sobre el nivel del mar en ‘Agrelo’, una subdivisión vitivinícola reconocida como ‘Indicación Geográfica’ (IG) conformada por terruños con calidades distintivas y excepcionales para la producción de vinos de alta calidad enológica perteneciente al departamento de ‘Lujan de Cuyo’ (DOC) al noroeste de la provincia de Mendoza. El nombre del viñedo ‘Remolinos’ hace referencia a pequeños torbellinos de viento que ascienden del suelo en forma de espiral. En la tarde, el suave viento levanta la tierra seca de los caminos entre los viñedos convirtiéndolos en unos bamboleantes remolinos, muy típicos en Finca Decero. Este fenómeno natural llama la atención de nuestras lechuzas que meticulosamente protegen nuestros viñedos y en algunas ocasiones levantan vuelo como si quisieran perseguir a los remolinos.

Los Efectos de la Altura

La altura juega un papel fundamental en la calidad de los vinos producidos por Finca Decero ya que reduce las temperaturas durante la noche, lo que es clave para preservar la acidez natural de las uvas. Esta acidez natural juega un papel importante en el ‘potencial de guarda’ de los vinos (permitiéndoles ser añejados durante un largo período de tiempo sin que pierdan la calidad; más aún, este añejamiento realza el carácter y tipicidad de nuestros vinos). La acidez natural también resalta la frescura natural y elegancia distintiva de los vinos producidos por Finca Decero. Además, las uvas cultivadas a mayor altura absorben mayor cantidad de luz ultravioleta y esto tiene un impacto significativo en el contenido de fenoles en la piel de las uvas ya que estas se vuelven más gruesas para protegerse de la absorción de los rayos UV. De esta manera, las uvas cultivadas a mayor altura, como en Finca Decero, producen vinos en los que se realza la textura e intensidad del color y los aromas.

Una Complejidad Única de Suelos

Finca Decero tiene una complejidad única de suelos, sin igual en otras zonas de Agrelo. El viñedo Remolinos se encuentra en el punto exacto donde convergen dos tipos de formaciones de suelos diferentes: ‘aluvial’ y ‘coluvial’. Este viñedo es excepcional también por poseer altos niveles de carbonato de calcio disuelto en los depósitos de limo que se encuentra presentes a lo largo y ancho de todo el viñedo. Justamente es la presencia del carbonato de calcio disuelto y del alto contenido de limo en nuestros suelos lo que le da una sensación sedosa en el paladar y un sello propio a nuestros vinos.

Estudios Perfil de Suelo y Polígonos de Vides Especiales

Hemos realizado un análisis exhaustivo de nuestros suelos en dos etapas principales: inicialmente en el año 2000/2001 relacionado con la decisión de plantación de nuestro viñedo Remolinos y a partir del año 2015, supervisados por el asesor especializado en suelos, Dr. Pedro Parra (PhD). En esta segunda etapa, el trabajo se focalizó en entender las micro diferencias que existen en nuestros suelos y la manera en que afectan a cada vid en particular.

Año tras año notamos que existían diferencias en la calidad de las uvas al comparar distintas partes de un mismo cuartel e incluso al evaluar entre hileras de vid. Estas diferencias nos llevaron en un primer momento a separar estas áreas de calidades diferentes y elaborar micro-vinificaciones con estas uvas. En el año 2015, comenzamos un importante trabajo cuyo resultado ha sido el desarrollo de un mapa de alta precisión el cual refleja las micro-diferencias que existen en los suelos de nuestro viñedo Remolinos. El primer paso fue medir la electro-conductividad a tres profundidades diferentes (zona radicular de la planta) en cada una de las hileras que conforman el viñedo. Luego, el trabajo continuó con la excavación de más de 1000 ‘calicatas’ para evaluar diferencias en la textura, la composición granulométrica y la química del suelo y poder así entender cómo estas afectaban a cada viña en particular. Este trabajo nos permitió seleccionar pequeños polígonos a lo largo del viñedo que contienen vides de calidad superlativa, las cuales reciben un cuidado especial para que logren generar pequeñas parcelas de excelente calidad de fruta. Cada parcela tiene características singulares y generan vinos únicos e irrepetibles. Honramos esta individualidad manteniendo estos vinos especiales por separado hasta decidir dónde y cómo contribuirán para acrecentar la excelencia de nuestro portafolio de vinos.

Los Efectos de la Altura

La altura juega un papel fundamental en la calidad de los vinos producidos por Finca Decero ya que reduce las temperaturas durante la noche, lo que es clave para preservar la acidez natural de las uvas. Esta acidez natural juega un papel importante en el ‘potencial de guarda’ de los vinos (permitiéndoles ser añejados durante un largo período de tiempo sin que pierdan la calidad; más aún, este añejamiento realza el carácter y tipicidad de nuestros vinos). La acidez natural también resalta la frescura natural y elegancia distintiva de los vinos producidos por Finca Decero. Además, las uvas cultivadas a mayor altura absorben mayor cantidad de luz ultravioleta y esto tiene un impacto significativo en el contenido de fenoles en la piel de las uvas ya que estas se vuelven más gruesas para protegerse de la absorción de los rayos UV. De esta manera, las uvas cultivadas a mayor altura, como en Finca Decero, producen vinos en los que se realza la textura e intensidad del color y los aromas.

Una Complejidad Única de Suelos

Finca Decero tiene una complejidad única de suelos, sin igual en otras zonas de Agrelo. El viñedo Remolinos se encuentra en el punto exacto donde convergen dos tipos de formaciones de suelos diferentes: ‘aluvial’ y ‘coluvial’. Este viñedo es excepcional también por poseer altos niveles de carbonato de calcio disuelto en los depósitos de limo que se encuentra presentes a lo largo y ancho de todo el viñedo. Justamente es la presencia del carbonato de calcio disuelto y del alto contenido de limo en nuestros suelos lo que le da una sensación sedosa en el paladar y un sello propio a nuestros vinos.

Estudios Perfil de Suelo y Polígonos de Vides Especiales

Hemos realizado un análisis exhaustivo de nuestros suelos en dos etapas principales: inicialmente en el año 2000/2001 relacionado con la decisión de plantación de nuestro viñedo Remolinos y a partir del año 2015, supervisados por el asesor especializado en suelos, Dr. Pedro Parra (PhD). En esta segunda etapa, el trabajo se focalizó en entender las micro diferencias que existen en nuestros suelos y la manera en que afectan a cada vid en particular.

Año tras año notamos que existían diferencias en la calidad de las uvas al comparar distintas partes de un mismo cuartel e incluso al evaluar entre hileras de vid. Estas diferencias nos llevaron en un primer momento a separar estas áreas de calidades diferentes y elaborar micro-vinificaciones con estas uvas. En el año 2015, comenzamos un importante trabajo cuyo resultado ha sido el desarrollo de un mapa de alta precisión el cual refleja las micro-diferencias que existen en los suelos de nuestro viñedo Remolinos. El primer paso fue medir la electro-conductividad a tres profundidades diferentes (zona radicular de la planta) en cada una de las hileras que conforman el viñedo. Luego, el trabajo continuó con la excavación de más de 1000 ‘calicatas’ para evaluar diferencias en la textura, la composición granulométrica y la química del suelo y poder así entender cómo estas afectaban a cada viña en particular. Este trabajo nos permitió seleccionar pequeños polígonos a lo largo del viñedo que contienen vides de calidad superlativa, las cuales reciben un cuidado especial para que logren generar pequeñas parcelas de excelente calidad de fruta. Cada parcela tiene características singulares y generan vinos únicos e irrepetibles. Honramos esta individualidad manteniendo estos vinos especiales por separado hasta decidir dónde y cómo contribuirán para acrecentar la excelencia de nuestro portafolio de vinos.